El movimiento como terapia es uno de los métodos utilizados por los médicos (rehabilitadores, traumatólogos) para que sus pacientes vuelvan a tener la movilidad o capacidad de movimiento que poseían antes de lesionarse o incapacitarse por enfermedad.
El movimiento como terapia implica la participación del paciente para que sirva de estímulo y conseguir su bienestar.
Ejercicio físico
Dentro del movimiento como terapia tenemos un aliado que es el ejercicio físico y dentro de la gran gama de deportes que ejercitan el organismo tenemos a la terapia acuática, bien sea la natación con sus diferentes estilos, o la gimnasia acuática con elementos auxiliares (gomas, pesas, zapatillas, tablas,…) o sin ellos. Y fuera del agua tenemos “el andar”. Como dice un refrán: “Quien mueve las piernas mueve el corazón”. Muchas personas día a día se calzan sus zapatillas de deporte y salen a la calle a dar sus paseos. Les vemos por las mañanas o por las tardes en cualquier localidad, sea pequeña o grande.
El movimiento como terapia viene a demostrar que las personas quieren o necesitan moverse. Unas emplean “el andar” como terapia para adelgazar, otras para “estar en forma”, otras porque su médico se lo recomendó (por problemas cardíacos, funcionales de las extremidades inferiores). Otras emplean “el pedalear” de forma independiente o en grupo. Salen a la calle con sus bicicletas a recorrer una distancia. Estas últimas no salen a correr como si estuviesen compitiendo, salen a disfrutar de la compañía, del paisaje, a ejercitar todo su cuerpo porque a fin de cuentas el movimiento como terapia beneficia el funcionamiento del cuerpo humano (riñones, intestinos, sudoración, relajación, ayuda a pensar, a comunicarse con los demás).
El movimiento como terapia aparte de beneficiar a todo el organismo es la mejor prevención contra el envejecimiento y el desgaste precoz. Existen estudios clínicos que demuestran que la terapia del movimiento ralentiza el desgaste o deterioro de las articulaciones y que favorece a los sistemas cardíacos y respiratorios.
Otros ejercicios físicos
Otra actividad que facilita el movimiento como terapia es el cuidado del jardín. El mantener el césped, las plantas, los árboles, los setos en un estado de presentación, de “revista”, hace que la persona, jubilada o no, tenga una ocupación que libere su mente, su cuerpo y su espíritu.
Muchas personas utilizan el movimiento como terapia cuando lo practican a primera hora de la mañana, como si quisieran desayunar moviéndose. Esto favorece el metabolismo, limpian de toxinas el organismo y a través de los movimientos de las extremidades superiores e inferiores se estimula al cerebro.
Rehabilitación con el movimiento
El movimiento como terapia se utiliza como método de gimnasia para los enfermos o lesionados ya que su organismo está alterado por una enfermedad o por lesión en su estructura músculo-esquelética. En este apartado el masaje favorece la recuperación de la persona. El masaje terapéutico, del tejido conjuntivo, el de reflejo o el drenaje linfático manual son un complemento ideal.
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