Dentro de la práctica del quiromasaje los roces representan una de las técnicas más habituales y efectivas ya que ayudan a estimular el calentamiento de los músculos mientras se aplican productos como los aceites. A través de los roces es posible identificar bien las zonas del cuerpo en las que existe más tensión con el objetivo de eliminarla a través de un método idóneo para ello. Además, son perfectos para hacer un quiromasaje relajante, debido a que provocan un rápido descanso y la descarga de tensiones emocionales. En este artículo te explicamos en qué consiste la técnica de los roces en el quiromasaje.
¿Qué tipos de roces se usan en quiromasaje?
Cuando se realiza un quiromasaje se utilizan básicamente tres tipos de roces. Y estos se aplican de manera uniforme y con lentitud en cualquier zona del cuerpo que se trate. Te los explicamos:
Roce a profundidad
Se refiere a un roce de quiromasaje que se trata específicamente del roce o deslizamiento de la mano sobre el área, ejerciendo una presión ligera que permita estimular los tejidos profundos como el sistema vascular, los músculos, las fascias, entre otros.
Roce estilo superficial
Los roces superficiales que se aplican en quiromasaje son aquellos que se basan en el deslizamiento o roce suave de la mano sobre la piel, sin que esto llegue a los tejidos subyacentes.
Debe aplicarse de acuerdo con la dirección que tienen las fibras de los músculos, con movimientos ligeros hechos con las palmas de las manos o la yema de los dedos. Es la manipulación inicial y final en un quiromasaje.
Roce en forma de V
Es el roce que se hace deslizando las yemas de los pulgares en la zona que se trata, con un grado de inclinación específico. La espalda es la zona corporal ideal para realizar este tipo de roce.
¿Qué beneficios tienen los roces en el quiromasaje?
Los roces que se hacen a la hora de aplicar un quiromasaje proporcionan una serie de beneficios interesantes, entre los que destacan los siguientes:
Distribución de la energía
Los roces ayudan a distribuir de manera equitativa la energía en todo el cuerpo de la persona. Y así equilibran de esa manera aquellos puntos en los que su nivel energético se encuentra descompensado.
Eliminación de células muertas
Los roces que se aplican en un quiromasaje relajante tienen la particularidad de que ayudan a eliminar los tejidos y células muertas de la piel, evitando de esa manera el envejecimiento y proporcionando una apariencia saludable.
Estimula la circulación
Cuando se aplican roces en un quiromasaje, se estimula el proceso de circulación, tanto de la sangre como de los líquidos tóxicos para el cuerpo, los cuales se eliminan por medio del sistema linfático.
Reduce las tensiones
La sensación agradable que producen los roces durante un quiromasaje ayuda a reducir considerablemente las tensiones acumuladas en el cuerpo, gracias a que tiene un efecto anestésico en el sistema nervioso.
Mejora la apariencia de la piel
La aplicación de roces en un quiromasaje relajante mejora notoriamente la apariencia de la piel, debido a que estimula la creación y actuación del colágeno y la elastina, proporcionando así una mejor elasticidad y flexibilidad.
Si quieres saber más sobre en qué consiste la técnica de los roces en el quiromasaje no dudes en contactar con nosotros.